En nuestro anterior comentario aludíamos a la condena, supeditada aún al correspondiente recurso, del financiero Bernard Madoff que, de no prosperar los argumentos de sus abogados, tiene por delante nada menos que ciento cincuenta años en la trena...que lógicamente y por razones puramente biológicas no cumplirá, manifestando la opinión de que no solo este estafador sino cuantos han propiciado la actual crísis económica en el mundo deberían correr suerte similar, para escarmiento de futuros especuladores en la banca, las empresas o la bolsa...
Y un amable comunicante, que nos ha hecho llegar su opinión vía móvil, nos pregunta, a propósito de este asunto lo que el titular de este post, indica: ¿Y del dinero, que? lo que nos induce a volver sobre el mismo para insistir en que, efectivamente, está pero que muy bien la condena de cárcel por delitos de este tipo pero además y prioritariamente estaría mucho mejor expropiar todo el patrimonio de semejantes sujetos para resarcir, en lo posible, las pérdidas que hayan ocasionado en quienes confiaron en ellos.
Por eso la legislación debería profundizar en este nuevo aspecto de la delincuencia, para que a la hora de actuar no se encontrara con obstáculos derivados de la presunción de inocencia y otras reservas legales que, tantas veces, eternizan los juicios y especialmente la reparación de las consecuencias de estos delitos. En ello deberían emplearse a fondo los legisladores, que entre otras cosas cobran para pensar y dotar a la sociedad de los instrumentos precisos para defenderse y no, por ejemplo para proteger a los Gorilas o arremeter contra el Papa, por muy discutibles que pudieran resultar algunas de sus afirmaciones no dogmáticas...lo cual no es que esté mal tampoco, pero desde luego no es en absoluto prioritario.
Es decir, que carcel para Madoff y todos los de su calaña, pero mejor o junto a ello, poner todos sus bienes encima de la mesa para compensar a quienes hayan sido víctimas de sus tropelías financieras...
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