Con la decisión del Tribunal Europeo de los Derechos Humanos, con sede en Estrasburgo, de avalar la ilegalización de Batasuna adoptada por la Justicia española, no solo se ha dado un rotundo respaldo a dicha sentencia de nuestros tribunales sino que se ha dejado sin coartada a todo el entramado aglutinado en torno a la banda criminal ETA que aspiraba a que altas instancias judiciales de la Unión Europea les concedieran patente de corso para seguir extorsionando al Estado español y, con él, a todo el conjunto de la ciudadanía española...
Se acabó, por tanto, la excusa de que a lo mejor otras instancias jurídicas estimaban no conforme a ley la disolución de la formación nacionalista, incluída por cierto en la relación de listas oficiales de organizaciones terroristas de la UE y de Estados Unidos, a pesar de que nuestros jueces habían considerado la medida de ilegalizar Batasuna y Herri Batasuna como "necesaria y ajustada a derecho", ya que los pro etarras alegaban que dicha medida vulneraba la Convención Europea de Derechos Humanos.
¡Pues no!
Los Jueces de siete nacionalidades europeas distintas, miembros del Tribunal que cuida especialmente de preservar dichos derechos, cuyas decisiones son de obligado cumplimiento para los 47 paises que forman parte del Consejo de Europa, han estimado que "la disolución respondía a una necesidad social imperiosa", lo que evidentemente supone un duro revés que impide, afortunadamente, que dicha organización política pueda rehabilitarse como opción legítima de cara a las elecciones municipales previstas parael año 2011.
Es decir, que se acabó la coartada para los que apoyan a los asesinos y a los violentos y solo cabe esperar que, por imperativo de la Ley, no tengan más remedio que incorporarse, sin trucos ni subterfugios, a la normalidad de la práctica democrática.
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