Ahora resulta que tras las pruebas diagnóstico que realiza la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía, nuestros estudiantes de Primaria y Secundaria son un desastre en formación lingüística, ya que su expresión oral y escrita no progresa en absoluto, es decir, hablando en plata, va de craneo...
Desde luego bastaría con observar simplemente a nuestros jóvenes que se intercambian mensajes con los móviles ahorrando letras, sustituyendo otras por una consonante o escucharlos en una conversación - eso sin entrar en el habitual y frívolo empleo de los llamados "tacos" - para llegar a la conclusión de que dicha evaluación no hace más que reflejar una cruda y preocupante realidad que ha obligado a la titular de dicha Consejería a afirmar, categóricamente, que habrá que "remangarse" para atajar este serio problema de nuestros alumnos de la enseñanza básica.
¿ La culpa de esta situación está, acaso, en los planes de estudio? ¿Tal vez en el Profesorado? ¿Quizá en la inhibición de las familias ante el lenguaje, a veces soez e impropio de sus vástagos? ¿Se encontrará la causa en la cada vez mayor alienación propiciada por las Televisiones? ¿Motivará este problema el no practicar frecuentemente la lectura...?
Sea como sea, no deja de ser bastante triste que un cincuenta por ciento de nuestros estudiantes de quinto de Primaria y tercero de Secundaria ni sepan hablar ni escribir bien, por decirlo con cierta benevolencia, y encima estén cortitos en matemáticas.
Ya digo, ¡vaya un éxito de nuestro sistema educativo!
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