Un juez federal norteamericano ha condenado a Bernard Madoff, ex presidente de Nasdaq y responsable de un fraude de cincuenta mil millones de dólares - la mayor estafa individual cometida hasta la fecha - a ciento cincuenta años de cárcel por su delito y aunque el financiero tiene naturalmente derecho a apelar dicha sentencia, es presumible que finalmente termine dando con sus huesos en la cárcel...
En línea con esta condena, si efectivamente se determinaran los nombres de los responsables de la actual crísis de la economía mundial, que a tantas familias está afectando gravemente, resultaría sin duda ejemplarizante que otros jueces, de aquí y de allá, tomaran cartas en el asunto y acabaran enviando a prisión a quienes por su imprevisión, codicia, afán especulativo o irresponsabilidad han provocado este auténtico cataclismo que a quienes mas daño causa es, precisamente, a los que menos tienen.
Por eso, aunque pendiente de apelación, la condena del americano que esfumó tan enorme cantidad de dólares resulta no solo merecida sino oportuna y supone un claro aviso a navegantes para aquellos que creen poder jugar con los ahorros de los demás.
Si de paso se revisara en profundidad - lo que no se hace porque los distintos Gobiernos de derecha o izquierda no quieren o no saben - el actual sistema financiero mundial, posiblemente en el futuro no nos veríamos abocados a sufrir otra gran depresión como la que estamos padeciendo que, se diga lo que se diga - y salvando naturalmente el tiempo histórico de aquella y esta - es más o menos como la de final de la década de los veinte, del pasado siglo
Pero, por lo visto, esto es ya mucho pedir con respecto a quienes controlan el poder económico...
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