Esa costumbre materna de ofrecer la imágen hermosa de sus retoños a la contemplación de los demás, unida naturalmente a las costumbres alimenticias foráneas que cada vez nos invaden más, nos está llevando a una situación preocupante con respecto a nuestra infancia, ya que según un reciente informe de la Federación Española de Nutrición, uno de cada cuatro niños españoles sufre sobrepeso en la actualidad lo que evidencia que en los paises industrializados, como el nuestro, la obesidad infantil representa un grave desafío...
Y curiosamente en dicho estudio se resalta que, en la población infantil comprendida entre 3 y 12 años, las niñas están más gordas que los niños, acentuándose dicho problema en los centros educativos públicos sobre los privados.
La obesidad infantil media en el ámbito de la Unión Europea se sitúa en aproximadamente un 15% y no deja de ser significativo, con respecto al tema que tratamos en este post, que España, prototipo de la llamada "dieta mediterránea" sea sin embargo uno los paises europeos con tasas de obesidad infantil más alta.
El abuso de una mala e inadecuada alimentación, el consumo de grasas, bollería, el incremento del número de horas pasadas ante el televisor, ante el ordenador o con los video juegos, es decir la vida sedentaria, frente a los tradicionales juegos al aire libre, son sin duda factores determinantes para que hayamos llegado a esta situación, por lo que se impone una tarea coordinada de padres, educadores y responsables de la salud pública para que este problema deje de serlo y nuestros niños no se conviertan en los "gorditos" simpáticos que lleguen siempre tarde en la carrera de la vida...
Y eso, por no hablar de posibles complicaciones cardiacas, en la vida futura de nuestros niños, lo que evidentemente acentuaría la gravedad del problema.
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