Desde que a principios de la década de los noventa, del pasado siglo, el gobierno de Madrid presidido precisamente por un sevillano y al parecer por cuestiones de penuria presupuestaria decidiera congelar la construcción del Metro de Sevilla, en avanzada fase ya de ejecución, hasta ahora, en que por fin se le pone fecha al comienzo de la denominada Línea 1, bastante ha llovido y en la misma proporción se ha desarrollado el desencanto de los sevillanos, que vieron como uno de sus anhelos más antiguo y justificado quedaba enterrado bajo la superficie de la ciudad, llena de galerías y de pozos de acceso a las mismas abandonados, cuando no cegados definitivamente, para evitar hundimientos y accidentes... mientras en Valencia o Bilbao y en alguna otra ciudad, subterráneos o de superficie, esta modalidad de transporte no solo se llevaba a cabo sino que funcionaba con total normalidad.
No se escuchó entonces una queja, desde el Ayuntamiento hispalense y tuvieron que ser otros responsables municipales llegados años más tarde quienes de nuevo retomaran el proyecto del Metro y lograran que de una vez por todas se asumiera que este sistema de transporte era una necesidad ineludible para una ciudad que con su área metropolitana de influencia supera claramente la cifra del millón y medio de habitantes y ante cuyo argumento no se podían contraponer dificultades del subsuelo, dudas sobre la rentabilidad del sistema y otras consideraciones similares.
Ahora, por parte del Consejero de Transportes de la Junta de Andalucía y tras sucesivos aplazamientos de la fecha de inicio de las actividades del Metro, fijada para el año 2006 y posteriormente para el verano que acabamos de dejar atrás, se anuncia el 20 de diciembre como punto de partida de esta nueva modalidad de transporte urbano para sevilla, que sin duda representa una importantísima mejora para la Capital de Andalucía y consiguientemente para todos sus habitantes.
Y como el refrán popular dice que "nunca es tarde, si la dicha es buena", solo cabe confiar en que este nuevo plazo se cumpla y que en las Navidades próximas Sevilla y los sevillanos puedan exclamar ¡por fin, el Metro...!
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