Con esta categórica frase los calificó el Arzobispo Vicario General Castrense, durante la función en honor de la Patrona de Jerez, el pasado día 24, pocos días antes de su toma de posesión como tal, que tendrá lugar mañana sábado por la mañana, al referirse a los asesinos del Brigada del Ejército Luís Conde de la Cruz, víctima de la explosión de otro coche bomba.
Y al escuchar su intervención, no pude por menos que coincidir en la severa amonestación del Administrador Apostólico de la diócesis jerezana y nuevo Arzobispo Castrense, pues ciertemente no merece otro calificativo quién atenta contra la existencia de sus semejantes, llevado por la ideología más extremista que dice defender la libertad de su tierra pero no tiene el menor reparo en arrebatársela a los demás, quitándoles la vida...
Y es que ETA, con la que se ha pretendido dialogar en la búsqueda de una paz que parece imposible, cada vez deja más patente que la solución definitiva a su problema es la desaparición de la vida española, su amortización definitiva.
Y es que ya lo dijo el Obispo citado, con indudable acierto, al referirse a los terrorista que acaban de atentar en la localidad cántabra de Santoña, son Perversos, es decir, como define nuestro diccionario, malignos, malvados, pérfidos y crueles...
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