Sabido es que de metepatas, pendencieros, estúpidos, matones, bebedores sin medida, aficionados a "colocarse", aguafiestas, imbéciles y delincuentes estamos más que sobrados y que, precisamente en las fiestas multitudinarias, como es el caso de la Feria del Caballo en Jerez, es cuando gustan de hacerse notar, para enojo, alarma y fastidio del colectivo de ciudadanos que tienen muy claro que la Feria es para divertirse y no para armar "broncas"...
Y viene esto a cuento por el lamentable espectáculo que en la tarde del miércoles uno pudo presenciar, en pleno centro del "real" jerezano, cuando un numeroso grupo de personas promovió un grave altercado con golpes, lanzamiento de vasos y botellas e incluso algún navajazo que naturalmente originó, además de un herido, la consiguiente alarma de aquellas personas normales que se encontraban cerca del lugar y desde luego la huida de quienes no deseaban verse envueltos en semejante conflicto.
Lo peor es que la Policía, que desde luego acudió con evidente despliegue de efectivos, lo hizo pasados más minutos de la cuenta y ya, para entonces, quienes alteraron la paz y la tranquilidad de nuestro primer y más multitudinario festejo había desaparecido...
Claro que tampoco puede haber un agente de la Autoridad detrás de cada uno de nosotros por si se hace necesaria su intervención...
Pero lo que aquí queremos lamentar es la existencia de esos indivíduos que utilizan un recinto como el de la Feria para litigar sus pendencias o "sus cuentas pendientes" y para demostrar "su mal vino" y "su mala ralea".
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