Una vez más, los valientes Gudaris, actuando con premeditación, alevosía y nocturnidad, han llevado a cabo su habitual ataque a la Guardia Civil, atentando contra una Casa Cuartel de la benemérita, situada en la localidad alavesa de Legutiano, contra la que han situado un vehículo cargado de explosivos que ha causado, además de varios heridos de diversa consideración, la muerte de un Agente de dicho cuerpo cuando al parecer trataba de avisar de la inminencia de la explosión...
Es, en esta recién inaugurada legislatura, la primera víctima mortal de ETA y naturalmente la reacción de nuestros políticos no se ha hecho esperar, con declaraciones institucionales, intervenciones en el Congreso de los Diputados, comunicados y concentraciones silenciosas, para lamentar el atentado pero, sobre todo, la muerte de este servidor del Estado que trataba simplemente de cumplir con su deber.
Como siempre...
¿Y con eso basta?.
¿Hasta cuendo los españoles tendremos que soportar el terror y la violencia de esta banda de asesinos que, desde hace ya demasiados años, cada vez que le parece y no se cumplen sus expectativas de alcanzar la autodeterminación de su territorio, a tiros o con coches bomba tratan de imponer su voluntad al resto del país?
Solo con gestos hasta la fecha, parece que no se logra la paz anhelada por todos, por lo que todas las fuerzas políticas, especialmente los dos partidos mayoritarios, pero naturalmente el Gobierno tendrán que aplicarse, de una vez por todas, en la erradicación de este gravísimo problema que padece nuestra sociedad por culpa de unos auténticos fanáticos y así ni habrá que redactar más comunicados ni efectuar concentraciones silenciosas que por muy simbólicas que resulten se han demostrado, hasta ahora, bastante inútiles...
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