Desde que se diseñó y se puso en práctica el denominado "Plan Romeros", por parte de la Junta de Andalucía, no solo las condiciones de seguridad, los servicios sanitarios, el control de los alimentos o la regulación de todo lo relacionado con el tráfico de cuantos acuden a la multitudinaria Romería del Rocío han mejorado de forma espectacular sino que dicho acontecimiento festivo, que la aldea almonteña de El Rocío celebra anualmente por Pentecostés, viene ofreciendo un balance ciertamente positivo de ausencia de incidentes de consideración, de atención a quienes en los parajes marismeños se ven aquejados por alguna dolencia y por supuesto de disminución del número de accidentes y víctimas en las carreteras que allí conducen...
Y esperemos que así continúe, en beneficio de todos nosotros, aunque ello no puede ser óbice para dejar constancia en esta bitácora del acierto de la Junta de Andalucía, en concreto de su Consejería de Gobernación e igualmente del Ayuntamiento de Almonte y, en los aspectos que le competen, de la propia Hermandad Matriz de la Virgen del Rocío de la villa onubense por el acierto en diseñar y aplicar unas serie de medidas que, con el paso de los años, han ido mejorando su eficacia y validez para que todo discurra con los menores inconvenientes y riesgos posibles.
Naturalmente a ello contribuye también la colaboración de la mayoría de los romeros que en esta celebración participan cada año, su respeto por las normas y su implicación en que todo se desarrolle con normalidad, pero eso no resta un ápice el mérito de las autoridades que decidieron en su día crear este anual "Plan Romeros" y por supuesto de los centenares de agentes de la Guardia Civil y Policía Local que en El Rocío prestan su servicio, en condiciones a veces muy duras y complicadas, los profesionales de la sanidad que atienden las emergencias en la aldea, los inspectores que controlan las buenas condiciones de los alimentos y, en general, cuantos de una forma o de otra cumplen con una misión en beneficio del conjunto de los ciudadanos.
Es de justicia reconocerlo y felicitar a quienes no solo lo idearon en su momento sino a cuantos lo llevan a cabo un año y otro. Y que sea por muchos...
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