Cosagra el artículo 14 de nuestra Constitución el principio de igualdad entre los españoles, pero por lo visto ni eso ha bastado para que el Tribunal Constitucional haya avalado las penas establecidas en la Ley contra la violencia de género, en la que el varón merece mayor castigo que la mujer, por el mismo delito, lo que había suscitado la lógica polémica en nuestra sociedad y el correspondiente recurso ante tan alta instancia que, ahora, ha sancionado con su autoridad dicho principio legal...
Parece que algunos defienden el que la mayoría de los delitos de este tipo son cometidos por los hombres, para dar la razón al texto aprobado en su día por los legisladores. Desde luego y sin duda ha pesado la fuerte corriente feminista que hoy día, tal vez como reacción natural a lo que hasta aquí ha venido sucediendo, existe en nuestra sociedad y que se acentúa de manera muy especial, llegando en muchos casos a la visceralidad, en ámbitos de la política en la que a veces para defender algo normal se llega a caer precisamente en el extremo contrario, en contra naturalmente del varón, culpable simplemente por serlo.
Lo cierto es que, de una forma o de otra, con la decisión del Tribunal Constitucional se pone en entredicho la igualdad consagrada en nuestra Carta Magna, por muchas razones que se quieran esgrimir para avalar dicha sentencia y eso es lo que una gran parte de nuestra sociedad no acaba de entender.
Algo así como mantener el que los mayores de setenta y cinco años no ingresen en prisión, tras la comisión de un delito, que ha provocado ya no solo crimenes pasionales terribles, como el de hace aún muy pocos días en Jerez, o "pirómanos" inducidos en los bosques de Galicia o Canarias, promovidos por intereses de vaya usted a saber...
¿Que está pasando aquí?
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