La Feria no tendría que ser sinónimo de atraco en los precios, pero desde luego este festejo aquí y en cualquier lugar que se celebre, pone la cartera del ciudadano a parir pues ni valen listas de precios, ni los que habitualmente se aplican en la hostelería - que desde la entrada en vigor del euro se ha subido a la parra - ni otras razones similares, ya que lo que impera es la ley del aquí te pillo, aquí te mato a pesar de que muchas veces las tapas y raciones, por la baja calidad del producto y por supuesto por la falta de presentación, dejan mucho que desear...
Pero así vamos y a esto, por mucho que se proteste y se diga, por mucho que los Ayuntamientos se empeñen en decir que controlan, no hay quién por lo visto sea capaz de ponerle coto, en beneficio de los sufridos ciudadanos-contribuyentes, que ya con lo de las Ferias - por aquello de que la mayoría de ellas tiene lugar en Abril y Mayo -llegan con la mayor preparación para presentar en Hacienda su Declaración de la Renta.
Y es que parece lógico y hasta normal que los Caseteros por aquello de tener que asumir, en la mayoría de los casos, el coste del montaje de las Casetas, una mayor contratación de personal para atender barras y mesas y otros factores parecidos, incrementen un porcentaje sobre los precios de mercado, es decir, los de todos los días, pero de eso a lo que ocurre en la realidad hay un evidente abismo que alguien debería atajar.
Descontrol de precios, ¿abuso podríamos llamarlo?, materia prima en casi todos los casos de segunda mano, y el sufrido cliente con preocupada cara de pagano esperando que, libreta en mano, el ajuste de la cuenta sea el más cercano posible a la realidad de lo consumido y, por supuesto, que no se nos clave directamente en el corazón...de nuestra cartera.
¡Pero es que estamos en Feria, amigo...!
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