Desde que se conoció la composición del nuevo Gobierno de Zapatero y especialmente la edad de una ministra, todos andan a vueltas con las ventajas y los inconvenientes de que una treintañera llegue, nada más y nada menos, a convertirse en Ministra y, para colmo, de un Departamento de nueva creación dedicado a la Igualdad, una de las prioridades políticas del lider del PSOE, pero lo cierto es que, además de su habitual presencia en la Blogosfera que quienes comparecemos en ella habitualmente debemos estimar y valorar como una actitud positiva de divulgar sus ideas y someterlas al juicio de los demás, la titular de la novedosa Cartera puede aportar, sin duda, una buena dósis de entusiasmo e ilusión a la ardua tarea que se le encomienda...
Y no es que ser jóven sea, en sí mismo, bueno como tampoco supone que la poca edad se convierta en sinónimo de maldad, simplemente se trata de una etapa de la vida, que algunos pasamos hace ya bastantes años y a la que otros están aún por llegar, pero desde luego a los que se encuentran en ella hay que admitirles arrojo, imaginación, empuje y ganas de comerse el mundo y eso, a la postre, puede resultar beneficioso para el oficio público de la política.
Alegarán algunos, y no sin razón, lo de la falta de experiencia que pudiera lastrar la gestión de la Ministra gaditana pero un buen antídoto para la misma se encuentra, evidentemente, en la preparación intelectual de que goce y desde luego en aplicar a su trabajo diario la reflexión necesaria para acertar en sus decisiones, cosa igualmente posible para una persona con bastante edad que para una que casi está empezando a vivir.
Así es que, como ya queda dicho, no se tome la poca edad de una Ministra como un obstáculo sino más bien como una virtud y sobre todo si desde el principio acierta a ver claro que eso de la Igualdad, en una sociedad como la española, es algo mas que luchar contra la violencia de género y enarbolar la bandera del feminismo como argumentario exclusivo...
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