jueves, septiembre 30, 2010

¿Una Escuela que cierra?

Por lo que se dice y por lo que se ve, parece que en poco tiempo Jerez puede perder otra de sus realidades, en este caso la antigua Escuela de Magisterio "Monseñor Cirarda", que promoviera la entonces existente Caja de Ahorros de la ciudad y que años más tarde, al integrarse dichos estudios en la Universidad gaditana, continuaría como Escuela de Trabajo Social y Turismo, adscrita a la citada Universidad de Cádiz y como una de las actividades dependientes de la llamada Obra Social de la entonces Caja de Ahorros San Fernando, de Sevilla y Jerez, actualmente CAJASOL...

Y así ha sido durante bastantes años, aunque en los últimos tiempos, la creación de los estudios en las materias de Relaciones Laborales o de Turismo por parte de la UCA ha venido a colocar a esta Escuela Universitaria adscrita practicamente al borde de su desaparición definitiva, ya que lógicamente los estudiantes han preferido matricularse en los centros propios de la misma, abandonando las aulas de ese proyecto educativo que se iniciaría en la Plaza de la Compañía, de la ciudad y que posteriormente se trasladaría a las nuevas instalaciones del Polígono de San Benito, junto a la naciente Facultad de Derecho.

Consecuencia de ello, como ya se ha dicho, el casi inevitable cierre de este centro docente, con cuarenta años de experiencia, que in extremis tratan de salvar su profesorado y todo el resto del personal que en el mismo desarrolla su actividad, cada vez mas reducida por cierto al haberse tenido que suprimir varios cursos por falta de alumnado.

Según nos cuentan, desde hace una década, se viene intentanto transformar este centro y adaptar sus enseñanzas a la nueva realidad, contando naturalmente con su patrocinador principal, es decir, CAJASOL - esa Caja de Ahorros resultante de la fusión de Caja Jerez, San Fernando y El Monte de Piedad de Sevilla y Huelva - pero hasta el momento no se ha logrado el acuerdo necesario, aunque cabe esperar que finalmente se alcance, por bien de Jerez y, sobre todo, por el bien de un colectivo formado por alrededor de un centenar de trabajadores que, en caso contrario, podría pasar a engrosar la ya de por sí alarmante cifra de parados jerezanos.

Confiemos en que eso no suceda...

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