Después del "Decretazo" y más tarde del "Tijeretazo", ahora nos viene el Ministro Sebastián, que ya lo había intentado antes, con el "calambrazo" que se puede traducir por el hecho de que, a partir del inmediato mes de octubre, los recibos de la luz se verán incrementados en alrededor de un cinco por ciento, es decir, que con la crisis económica, con el paro, con la atonía en el consumo y otras secuelas semejantes o peores, "eramos pocos" y ahora "parió la abuela", que la pobre mujer no se mete con nadie, cuida de sus nietos, pues los padres están a lo suyo y, encima a pagar el incremento del consumo de la energía eléctrica de su casa.
Claro que si a esto le añadimos la obligatoria instalación del IPC (interruptor de control de Potencia) al que ahora nos aboca la legislación vigente en favor de las Eléctricas, a lo peor la subidita no se queda en esos casi dos euros de media que, según dicen, representará dicho incremento para los hogares españoles y para las Pymes, lo cual vendría a empeorar aún más todavía la precaria economía del común de los mortales, salvo claro está la de aquellos a los que el Gobierno ahora pretende elevar el tipo de retención del IRPF que, a lo peor, ante la presión fiscal salen corriendo...
Con esta anunciada subida, vital según las Eléctricas, el recibo del consumidor medio, nada menos que unos veinte millones, de acuerdo con los datos que maneja la FACUA - se habrá encarecido en menos de tres años en un treinta por ciento, que no está nada mal, pero según algunos parece que nos quejamos de vicio.
Vamos, todo un "CALAMBRAZO" en toda regla el que nos proporcionan - no podía ser de otro modo, ¿verdad? - las Compañías eléctricas, naturalmente con el consentimiento del Ministerio de Industria, del Gobierno socialista que disfrutamos.
Un buen ejemplo del tan alardeado "Estado del bienestar".
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