Este 11 de septiembre, noveno aniversario del terrible atentado contra los Torres Gemelas de Nueva York, que estremeció al mundo entero, celebramos sin duda la conmemoración de una auténtica ignominia cuyas consecuencias todavía padecemos ya que, desde ese nefasto día, nada ha sido ya igual a como era antes y la división entre occidente y oriente se ha acentuado, al igual que la mútua desconfianza entre ambas concepciones del mundo y el enfrentamiento entre seguidores de las distintas religiones...
Y es que la yihad, que en su sentido estricto preconiza la lucha espiritual en el interior de cada musulman, en el caso del atentado en los Estados Unidos tomó forma de lo que muchos entienden como guerra santa y se tradujo en sendos aviones estrellados contra los dos edificios del World Trade Center, además de otro incidente en el Pentágono, atentados atribuidos a Al Qaeda, provocando mas de tres mil muertos, desde luego la destrucción del WTC y un auténtico cataclismo en el corazón financiero de los Estados Unidos que tuvo repercusión en todo el mundo.
Mucho se ha dicho desde entonces sobre estos atentados, sobre su autoría intelectual; incluso se ha especulado con una auténtica trama de tono novelesco, pero lo cierto es que ese triste día, de hace ahora nueve años, la verguenza cayó sobre la humanidad, como cosecuencia del odio nacido del extremismo religioso, una de las causas de tantos lamentables acontecimientos que a lo largo de la historia hemos padecido...
Un día desde luego para recordar a las víctimas y para reflexionar sobre sus causas y sus consecuencias.
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