La "información" de los Piquetes...

Parece que algunos no acaban de entender que su libertad termina donde comienza la de los demás y claro está, en ocasiones como la de hoy, huelga general convocada contra las medidas laborales aprobadas por el Gobierno socialista - que por un taimado e interesado discurso de sindicalistas, medios afines y otros varios,  ya no estaba muy definido si era precisamente contra el Ejecutivo, contra la patronal, la banca o vaya usted a saber - queda absolutamente de manifiesto, gracias a la razonada, pacífica y dialogante actitud de esos grupos, llamados Piquetes, que con moderación, tranquilidad y buenas maneras tratan de explicar a quienes han decidido ejercer su democrático derecho de trabajar, abrir sus negocios o cumplir con sus servicios - muchos de ellos de carácter público y por tanto esenciales para los ciudadanos - para que finalmente desistan de su empeño...

Y claro está, cuando esa información se ejerce con la silicona en las cerraduras, la rotura de cristales de escaparates o establecimientos varios, vociferando a las puertas de los grandes almacenes o a la salida de los transportes públicos o impidiendo por la fuerza la entrada de mercancias a las Lonjas o centros de distribución, cuando no insultando a los pacíficos ciudadanos que intentan comprar lo que les apetezca - que por supuesto también es un derecho garantizado constitucionalmente - dicho principio, base de un sistema de libertades como es el que representa - se supone - una Democracia, se viene abajo con estrépito y la sensación que a uno le queda es, además de la de la impotencia, la de rechazo y asco.

Hoy, tras la jornada de huelga general contra el Gobierno de Zapatero - no se olvide - que los Sindicatos, por lo que les va en ello - que ya todo apunta a que se han quedado obsoletos y que es una de las primeras y mas urgentes reformas que demanda nuestro sistema de relaciones laborales, han calificado de completo éxito y el Ejecutivo de normalidad, se ha hecho más patente que nunca la falacia de llamar informativo a quienes en actitud de matones logran imponer por la fuerza su voluntad a la de los demás.

¿Y para sostener eso sirve la llamada Cuota Sindical?

Lamentable y triste.