La triste historia de esta jóven italiana, que acaba de morir al ser desconectada de la alimentación que la mantenía, desde hace diecisiete años, con vida aunque esta fuera vegetativa, ha tenido en vilo a medio mundo y especialmente a nuestro viejo Continente, donde se ha utilizado esta historia para hacer proselitismo en favor de la Eutanasia tal y como hemos podido comprobar en España, donde los medios de comunicación públicos - que pagamos con nuestros impuestos tanto los que están a favor de ella como los que estamos en contra - y alguno que otro privado, muy alineado por cierto con las tésis gubernamentales, han aprovechado la ocasión para mentalizar a la sociedad y predisponerla en favor de que a los enfermos que se encuentren en semejante situación clínica se les retire el auxilio de la medicina, hasta que mueran...
Y encima, con el demagógico discurso de que la Iglesia Católica - como ocurre con otras cuestiones como el aborto o los matrimonios homosexuales - no "está al día" y no comprende el clamor de la sociedad de nuestro tiempo, como si en estos temas aquella - la Iglesia Católica - se hubiera móvido un ápice de la que ha sido, es y será su doctrina, pero claro martilleando el cerebro de sus teleespectadores, oyentes o lectores se logra socavar además de la credibilidad de la Institución - muchos de cuyos representantes, desgraciadamente, no están a la altura adecuada en bastantes ocasiones - los principios que han sustentado las creencias de millones de españoles.
Y es que cuando las cosas no marchan como debieran, lo mejor es buscar algún enemigo externo, para situarlo en el centro de la polémica desviando así la atención del verdadero problema...
Eso es lo que ha ocurrido ahora con la pobre Eluana, sometida al zarandeo mediático de quienes, como buitres, parecían aguardar que exhalara el último suspiro para proclamar con alborozo las ventajas de aplicar, en una sociedad moderna y democrática, el eficaz tratamiento de la eutanasia que no falla nunca, es decir, que se lleva por delante y a la tumba cualquier enfermo que se le ponga a tiro...
¡ Allá cada cual con su conciencia...!
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