Tras la aplazada intervención del Presidente del Gobierno en el Congreso de los Diputados, que por fin se produjo, recibimos en pleno rostro la gélida bofetada del anuncio de que, efectivamente, en España si hay crísis y, lo que es todavía peor, que ni se ha tocado fondo en el grave deterioro de nuestra economía ni se sabe muy bien cuando esta situación llegará a su término...
¿Pero no habíamos quedado en que en España no había crísis...?
Y es que estas cosas pasan cuando la capacidad y el conocimiento para afrontar la situación se sustituyen por las declaraciones voluntaristas a las que también se podría llamar demagógicas y cuando quienes están llamados a aplicar medidas que contribuyan a superar una situación tan delicada y problemática se ufanan de aprender economía en dos tardes...
Pero por lo que se ve no son dos tardes tiempo suficiente para cualificar a nadie en el conocimiento, el tratamiento y la solución de una hecatombe económica como la que está viviendo el mundo y de la que, naturalmente, España tampoco se libra ya que en esto de las finanzas, los bancos, las empresas, los créditos, las hipotecas, los flujos monetarios, los préstamos, el consumo, la morosidad y los fondos basura todo está - como se ha podido comprobar - entrelazado y un estornudo en Estados Unidos es un resfriado en Japón y una gripe en Europa.
Y para colmo, para ayudar a que el ciudadano normal se tranquilice, ahí están los Medios de comunicación trasladando a través de sus páginas y sus antenas, un inquietante discurso que todavía ahonda más la sensación de inseguridad que actualmente vivimos todos, aunque ¡menos mal! en nuestro país, según se nos dijo, no existe la crisis...
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