Mala cosa esa de romper con la palabra dada, especialmente si quien lo hace se promueve nada menos que para presidir el Gobierno de España, siempre y claro está resulte posteriormente elegido para ello en las tan cacareadas primarias de su partido que, de momento, ya han sido aplazadas sobre la fecha inicialmente prevista para su celebración...Mala cosa, ya digo, lo de no respetar el compromiso pactado con diversas fuerzas políticas, de ámbito europeo, para la elección del Presidente de la Comisión y máxime después de que otros partidos, de signo político distinto, cumplieran su palabra a la hora de elegir a un correligionario del señor Sánchez para la presidencia del Parlamento de la Unión...
Claro que esto, en la actuación del principal partido de la oposición actualmente en España, no es nada nuevo y viene a repetir lo que, tras las elecciones generales que llevaron hasta la Moncloa al leones Zapatero, sucedió con la precipitada retirada de la guerra de Irak, en la que también nuestro país faltó al compromiso adquirido con otras naciones aunque entonces dicha aventura hubiera sido sellada con un apretón de manos por político de signo contrario que, por cierto, con dicho gesto nos metió en un buen lío y no se cubrió de gloria precisamente.
Claro que lo de ahora es bastante peor ya que el compromiso fue ratificado por el anterior Secretario General del PSOE, al que quién le va a sustituir en dicho puesto ha dejado literalmente con el culo al aire lo que sin duda, a medio y largo plazo - quizá también a corto - seguro que en la escena europea pasará factura a los socialistas españoles de cuya seriedad en el cumplimiento de sus pactos a partir de ahora todos con razón van a dudar. Y si no, dejemos pasar el tiempo...
¡Buen comienzo para el fotogénico señor Sánchez!
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