jueves, julio 24, 2014

Un solo parado menos: ¡Feliz noticia!

"Al enemigo, ni agua" parece que es la consigna de los de izquierda y los de derechas en este ejercicio cainita en que se ha convertido la política nacional, donde al parecer no cabe ni la menor posibilidad de que algo, por pequeño que sea, que haga el adversario deba ser considerado de forma positiva y por tanto si no elogiado si, al menos, aceptado aunque sea a regañadientes...

Pero nada. Basta que los representantes de un Partido anuncien la adopción de alguna medida o que adelanten el propósito de promover determinadas leyes o reformas para que los demás - el todos contra el PP de la nefasta etapa de Zapatero - se le lancen a la yugular no vaya a ser que los ciudadanos lo acojan bien y les de por apoyar lo que se aprueba o se anuncia por lo que procede denunciar como algo contrario a toda lógica lo que los otros se proponen y señalar cuanto de negativo se ocurra, las lamentables consecuencias que para España o para la Autonomía de que se trate puedan derivarse de semejantes iniciativas y desde luego para los votantes que, a la postre, es de lo que se trata. Mantener en lo posible el control sobre quienes deberán decidir con su papeleta en una futura consulta.

Y ya digo, no es esta manera de actuar de alguna de las ideologías sino de todas pues quienes ahora detentan el poder en España - la derecha - también ha caído en esta trampa dialéctica que empobrece hasta el extremo el nivel de nuestra política doméstica y en los últimos meses - aunque con tono melifluo y cierta fingida solemnidad - también la andaluza por parte de quién ¿dirige? a los Populares en nuestra Comunidad autónoma...

Viene esto hoy a cuento del anuncio, positivo desde luego y afortunadamente feliz, de la sensible bajada del paro hecha pública esta mañana y el importante incremento del empleo en nuestro país que solo ha merecido miserables descalificaciones por parte de  algunos políticos nacionales o andaluces, especialmente de estos últimos, que mucho mejor hubieran estado callados pues recurrir a la temporalidad de las nuevas contrataciones, el bajo nivel salarial o la precariedad y otros argumentos parecidos ya, para muchos ciudadanos, desde luego no cuela aunque sirva para mantener el discurso de la demagogia que habitualmente practican.

No hay comentarios: