miércoles, julio 16, 2014

¡De corrupción, ni me hables...!

En una clara demostración de su empeño por regenerar la vida política andaluza, PSOE e Izquierda Unida, con sus votos, han impedido que el Parlamento de nuestra Autonomía celebre una sesión plenaria para tratar sobre la corrupción tal y como había solicitado el Partido Popular, asunto al que las fuerzas de izquierda de nuestra Cámara han dado el carpetazo a pesar de los reiterados casos de empleo incorrecto de dinero público que vienen salpicando a la Junta de Andalucía y que se han constituido en uno de los principales motivos de preocupación para los ciudadanos, no solo aquí claro está sino en toda España...

Pero hablando de lo nuestro, no deja de ser lamentable e indignante que precisamente aquellos que mas claman sobre transparencia, honestidad, austeridad y otros valores parecidos hayan evitado la comparecencia de la Presidenta de la Comunidad para hablar de este turbio asunto y escuchar lo que el resto de sus Señorías - el Partido Popular exclusivamente - tendría que decirle sobre los recursos empleados en el pago de los ERE, los dedicados a los llamados cursos de Formación y aquellos otros destinados a la financiación de empresas de dudosa finalidad, aunque para ello se argumente con el habitual empleo del "y tu mas" que quienes solicitan la celebración de ese Pleno extraordinario de la Cámara también tienen bastante por que callar.

Y siendo esto último cierto, que en este tema de la corrupción que tire la primera piedra quién esté libre de culpa, el ciudadano normal, ese que tras años de trabajo disfruta ahora de una reducida pensión, ese otro que cada mañana acude al tajo, aquel que se ve obligado por las circunstancias a mantener a toda su familia que se encuentra en el paro, el pequeño y mediano empresario que a duras penas trata de sobrevivir, en definitiva el conjunto mayoritario de la población española - en el caso que nos ocupa, de la andaluza - asiste atónito, malhumorado, irritado a este despropósito en el que se ha instalado una clase política que al parecer no está dispuesta a renunciar a sus privilegios que, curiosamente, les hemos otorgado todos nosotros con nuestro voto...

y así, ¿hasta cuando?

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