Algún ideólogo de guardia del Partido Socialista - tésis a la que también se han sumado otros partidos de izquierda - tuvo la progresista idea del Estado Federal y a ella se sumaron entusiásticamente, a falta de otras recetas para captar el interés de los posibles votantes, algunos de sus principales dirigentes del PSOE e inmediatamente después - como una sola mujer y un solo hombre, para emplear la expresión políticamente correcta - todos los militantes de la formación que deseaban salir en la foto, que ya se sabe lo que según el compañero "Arfonso" le pasa a los que osan exponer sus opiniones diferentes...
Y claro, lo del Estado Federal, que ahora se argumenta para tratar el auténtico problema que han planteado al resto de España algunos catalanes, está muy bien y bien podría ser solución siempre y cuando, como en otras latitudes ha ocurrido, todos estuvieran dispuestos sinceramente a renunciar a intereses propios para construir una nueva realidad común, a ceder parte de lo suyo en beneficio de una gobernación general en la que temas como la política exterior o la defensa y algunos otros tan esenciales como estos ya citados fueran indelegables, amén de garantizarse la solidaridad fiscal necesaria para que todos reciban y compartan ingresos y gastos.
Sin embargo hay casos, como el de España, en que la unidad no ha venido por acuerdo de quienes aspiran a formar parte de un ente superior sino como resultado del devenir de la historia, de acuerdos y confrontaciones que a lo largo de los siglos han ido construyendo la realidad que hoy día es nuestro país, asentada además desde hace mas de quinientos años, lo cual obliga a tratar esa idea del federalismo con extremo cuidado, con suma precaución para evitar que finalmente la buscada solución del problema catalán - y por extensión del vasco - no sea peor que lo que ahora tenemos...
Así que mucho ojo con las ideas lanzadas al vuelo, como posible terapia de problemas propios, que finalmente podrían añadir mas problemas a los que ya tenemos.
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