La proyectada y anunciada subida del recibo de la luz, para el inminente mes de julio, que el Gobierno nos había anticipado y que, además, tendría el incremento de la subida del porcentaje del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA), con lo cual se ponía en un pico para el sufrido ciudadano contribuyente, ha sido finalmente y en una indudable oportuna decisión, aplazada, tras lograrse un pacto - ¡ al fín ! - entre el Ejecutivo y el principal partido de la oposición, es decir, el PP.
Respiro, por tanto, de todos nosotros y a esperar que se acierte a la hora de articular una nueva Ley energética en la que, evidentemente, habrá que lograr - si no se desea que las Eléctricas salgan corriendo un necesario equilibrio entre los costes de producción y la factura del consumidor, asunto este en el que, como en tantas otras cosas, en las horas previas al referido pacto, PSOE y PP se han vuelto a tirar los trastos a la cabeza, culpándose mutuamente de ser los causantes de una situación insostenible.
Pero lo importante ahora es resaltar la oportunidad de una decisión que servirá para no enconar más los ánimos y desear que ambas fuerzas políticas sean capaces de encontrar las ideas que hagan posible establecer un marco regulatorio de esta importante cuestión - el coste del suministro eléctrico - para que todos finalmente salgamos beneficiados.
Menos mal que cuando la cuerda está mas tensa se ha venido a imponer algo de sensatez...
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