De unos años a esta parte, el distintivo de calidad de nuestras playas, también de los puertos, son esos símbolos que conocidos como "Bandera Azul", otorgan, en base a la excelencia de sus servicios, a la limpieza de la arena, a la transparencia de las aguas y otros méritos semejantes el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, la Organización Mundial del Turismo y algunas organizaciones dedicadas a la conservación del medio natural que con ello quieren reconocer, públicamente, los mejores lugares para el disfrute de todos nosotros en la época estival...
Nuestra tierra, Andalucía, ha logrado en esta ocasión un total de sesenta y seis banderas para sus playas y otras trece para sus puertos lo que nos sitúa en quinto lugar entre las Comunidades autonómicas de nuestro país, lo que representa un porcentaje algo inferior al catorce por ciento del total de las distinciones que, en 2010, se han otorgado a España, lo cual no está nada mal, aunque es preciso reconocer que los efectos del fuerte y prolongado temporal padecido este invierno pasado ha influído negativamente en los resultados obtenidos, siendo las provincias de Málaga y Cádiz las que mas banderas han logrado, a pesar de la pérdida de arena que sufrieron sus costas.
Pero al hablar de banderas azules debemos también referirnos a las "banderas negras" que la organización gaditana Ecologistas en Acción ha concedido a las playas de Bonanza, en Sanlúcar de Barrameda y La Costilla, en Rota, así como al trozo de litoral comprendido entre las desembocaduras de los ríos Palmones y Guadarranque, en el Campo de Gibraltar, ya que al parecer son lugares que no resisten - según dicha asociación - el menor análisis de calidad.
Claro que además de vertidos incontrolados, emisarios submarinos muy próximos a la costa, resíduos procedentes de barcos fondeados en las cercanías de dichas playas y otros factores de negativa influencia, parte de culpa de la pérdidas de estas banderas - distintivos de calidad de ámbito internacional -la tenemos los usuarios que tantas veces arrojamos colillas, bolsas de plástico, restos de comida, envases de vidrio, de plástico o de latón, que sumados a lo anteriormente reseñado no solo propician el castigo de la pérdida de una bandera, sino que convierten nuestro litoral en un basurero...
¿Ayudamos todos a que esta situación cambie, para bien...?
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