lunes, marzo 15, 2010

El debate de la cadena perpétua.

¡Lo que nos gusta a los españoles una polémica! ¡Lo que disfrutamos con un debate sobre cualquier asunto...!, posiblemente por ser nuestra condición, por nuestra manera de ser, pero lo cierto es que nos encanta debatir, polemizar, discutir ya que si nos falta la controversia parece como si no viviéramos en plenitud la vida. Lo que son las cosas...
Debatimos sobre política, sobre religión, sobre fútbol, sobre si Alonso es buen corredor o se trata de un bluf alimentado por la propaganda mediática, sobre la banca y sus abusos, sobre los salarios y su bajo nivel, sobre las pensiones, que se acaban y nos amenazan con un negro futuro, sobre los programas televisivos, sobre la conveniencia de suprimir la fiesta de los toros...¡que se yo!, pero así somos y no podemos remediarlo.
Y ahora, en esa confrontación permanente, alimentada desde luego por la clase política surge en la escena nacional el debate sobre la cadena perpétua con la que algunos están de acuerdo y la piden y otros se muestran absolutamente contrarios ya que consideran tal privación de libertad incompatible con nuestra actual Carta Magna.
Pero sea como sea y ante determinados delitos abominables, desde luego que se hace necesario abordar una reforma de nuestro Código Penal, para endurecer el castigo de terroristas, pedófilos, corruptos, autores de violencia doméstica con causa de muerte, y una larga relación delictiva que todos conocemos y para la que habría que aplicar las más duras penas, en defensa del conjunto de la sociedad.
Y empezando, como no, por el cumplimiento íntegro de las mismas ya que se dan casos auténticamente inadmisibles que todo ciudadano de bien rechaza de plano, aunque la ley se muestre benevolente con los autores de los delitos.

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