lunes, marzo 23, 2009

El Hogar de Siloé.

Lo tenemos a nuestro lado y ni siquiera le prestamos atención muchas veces. Nos hablan de millones de infectados por la enfermedad en todo el mundo y especialmente en el Continente africano y la información ni nos conmueve ni nos preocupa más allá del momento en que leemos la prensa, o nos lo cuentan en la pequeña pantalla o a través del receptor de radio... y es que el impacto que en todo el mundo causaron los primeros casos de afectados por el SIDA parece haber dejado de ser asunto primordial para la sociedad de nuestro tiempo.
Por eso, tal vez, a pesar de que siempre he tenido interés por este asunto y sus gravísimas consecuencias me han conmovido profundamente, especialmente cuando me hablan de centenares de miles, de millones de seres humanos que se encuentran en la antesala de la muerte por dicha enfermedad, el otro día, al visitar el Hogar para estos enfermos que la organización SILOÉ atiende a las afueras de Jerez, recorrer alguna de sus dependencias y encontrarme, cara a cara, con la cruda realidad de esta pandemia, he sentido la necesidad de alzar mi voz, primero para solidarizarme con quienes desempeñan tan importante y abnegada labor de ayuda y naturalmente para pedir desde este blog que cuantos puedan hacer algo, contribuir a concienciar a los más jóvenes, colaborar con las necesidades de dicho Hogar, ayudar a la tarea con su aportación personal, lo hagan pues seguro que merecerá la pena..
Se encuentra el Hogar de SILOÉ en lo alto de una loma, cerca de la laguna de Torrox, desde donde se divisa la ciudad, pero quienes allí están acogidos parecen vivir fuera de este mundo en el que, por desgracia, un día adquirieron el contagio de la enfermedad que los consume. Los ves ausentes, muchos de ellos con movilidad limitada que les obliga a desplazarse sobre sillas de ruedas, envejecidos a pesar de su juventud, en muchos casos...
Para que seguir, si el cuadro lo puede imaginar cualquiera.
Tal vez su contemplación directa, sería la mejor terapia preventiva para tanta persona, especialmente jovenes, que caen en el consumo de la droga o en la promiscuidad de las relaciones sexuales, en lugar de tanta propaganda mediática en la que a veces se gasta el dinero público...
Y desde luego, invertir mucho más en investigación para lograr que finalmente sea posible vencer esta terrible epidemia del siglo XX que hemos heredado en el actual.

1 comentario:

Anónimo dijo...

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