Aunque resulten ciertamente estimulantes los datos que atestiguan que nuestra tasa de paro se ha situado por debajo del doce por ciento o que nuestra Comunidad Autónoma, en datos absolutos, es la tercera Comunidad donde el paro más ha bajado, según las cifras que arroja la Encuesta de Población Activa (EPA) , correspondiente al segundo trimestre del año en curso, el hecho de que todavía ocupemos - gracias a lo que sucede en tres de nuestras provincias - junto a Extremadura uno de los últimos puestos en el conjunto de España, es una demostración evidente de que aún mejorando, queda un largo camino por recorrer para que sea posible la convergencia de Andalucía con el resto de España y por supuesto en el concierto de la Unión Europea...
Así lo han venido a poner de manifiesto, de una u otra forma, los dirigentes sindicales de Comisiones Obreras y UGT y desde luego los representantes de la Confederación de Empresarios de Andalucía, matizando las triunfalistas declaraciones del Consejero de Empleo de la Junta de Andalucía y del propio Presidente, Manuel Chaves, que al parecer han olvidado que Córdoba, con el 13,67 por ciento de paro, Cádiz, con el 13,42 y Sevilla, con el 13,01 consiguen el dudoso mérito de ser, junto a Badajoz, las cuatro últimas provincias españolas por el número de desempleados y que nuestra tasa de paro se sitúa cuatro puntos por encima de la media nacional, además de que, con respecto a la igualdad de sexos, el paro femenino representa el doble del masculino en nuestra Comunidad.
Es decir que mejoramos pero no lo suficiente ni al ritmo adecuado para conseguir esa ansiada concurrencia con las restantes Comunidades de nuestro país que haga posible la anhelada incorporación plena a la Europa desarrollada y próspera de la que, por el momento, solo geográficamente formamos parte ya que en lo que se refiere al empleo, el desarrollo económico, las infraestructuras y otros aspectos que configuran la realidad de un territorio, estamos todavía bastante lejos.
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