Llega la Feria

Como cada año, Jerez se apresta a celebrar su festejo mas multitudinario y popular, la fiesta grande de la ciudad por excelencia, pues el poder de convocatoria que la misma tiene es sin duda el mayor de cuantos concitan las restantes que conforman el calendario anual, aparte claro está de ser el mayor referente jerezano en el resto de España y con una indudable proyección internacional que es además un plus añadido a su importancia y aunque este año, con evidente acierto, la Corporación municipal ha decidido acortar su duración - establecida hace ya bastantes décadas en una semana, en decisión ciertamente megalómana de anterior responsable municipal - y la situación de grave crísis económica y laboral impone medidas de austeridad, no es menos cierto que ya la ciudad aguarda el encendido de las luces en el recinto del Parque González Hontoria, tal vez como antídoto a sus penurias y tristezas del momento...

Y es que la Feria, nuestra Feria del Caballo, por la estética de sus centenares de Casetas, abiertas a todos cuantos a ellas se acerquen, por la elegancia y categoría indiscutible del paseo de caballistas y enganches - único, sin duda -, por la convivencia festiva de miles de jerezanos y forasteros, por la belleza de un recinto - el del Parque González Hontoria - de rancio abolengo en el que la frondosa arboleda brinda, cuando el sol aprieta en los mediodías, sombra acogedora a cuantos por el mismo pasean, por el vino que aquí parece saber aún mejor - que para eso tiene en Jerez su cuna -, por la "oferta" gastronómica, por los "cacharritos", como son llamadas en nuestro pueblo las atracciones de lo que en otros lugares denominan "calle del Infierno", por innumerables razones mas, es por supuesto incomparble y motivo de legítimo orgullo para que de ella presuman todos los que aquí nacieron o viven.

Por eso, cuando arranca mayo, o como en este caso al final de Abril una vez acallado el rugido de los motores de las motos llegadas a miles para la celebración del Campeonato de España, que tiene a Jerez como sede, la ciudad parece como tomar otro aire, otro ambiente, sabiendo que llega el momento de su fiesta mas popular y procura que todo esté dispuesto para que nada altere el festejo y para que los dias de celebración - este año, seis - permitan si no olvidar, si aparcar los problemas y por tanto el disfrute de sus habitantes y de cuantos  vengan a vivirla.

¡Que así sea y que usted la disfrute...!