martes, mayo 01, 2012

Nos dejan en paños menores

Como siga la moda y otros países, en los que las empresas españolas hayan realizado cuantiosas inversiones, se dediquen a expropiarlas, como los partidos de izquierda y especialmente algunos de sus patriotas líderes continúen aplaudiendo esta política de privatizaciones contra nuestros legítimos intereses, como no se haga nada para defender el principio de seguridad jurídica, como nuestro Gobierno - como hasta la fecha - solo responda con frases grandilocuentes, con veladas amenazas que luego se quedan en nada, en pocos meses nos dejan - seguro - en paños menores. Vamos, "como el gallo de Morón, sin plumas y cacareando"...

Y digo yo que a las expropiaciones llevadas a cabo, con nocturnidad y alevosía, en la "hermana" Argentina y a la que hoy mismo ha anunciado, en el curso de un mitin, el presidente de Bolivia, que afecta igualmente a otra de nuestras empresas, habrá que responder, siquiera sea por dignidad nacional, para que España siga mereciendo respeto y consideración como país, con medidas efectivas y contundentes que salvaguarden no solo nuestra imágen y nuestros intereses sino el prestigio que por su historia, su papel en la comunidad internacional y por su aportación a la economía de muchas de estas naciones que ahora nos "ningunean", en las que nuestras empresas han invertido cuantiosas cantidades, nos corresponde sin duda.

A esto, además, junto al Gobierno y al margen de oportunistas planteamientos ideológicos, deberían estar - como en Fuenteovejuna - toda la oposición y no aprovechar que otros nos quiten lo que con capital español se ha logrado crear en ellos para arremeter contra el Gobierno, aprovechando "que el Pisuerga pasa por Valladolid" y dando un pésimo ejemplo de lo que es defender los intereses de España, de la que por cierto perciben sus generosas retribuciones como parlamentarios, senadores o líderes de formaciones políticas que desde luego no viven de las cuotas de sus afiliados y si del dineral que por escaños, votos y otras regalías perciben cada año de las arcas del Estado...

Pero así es "mi querida España", que cantaba Cecilia. Triste, pero cierto.

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