sábado, mayo 26, 2012

A pesar de todo, respetaré sus símbolos...

Ustedes no lo han hecho, por segunda vez y se han dedicado - con el disimulo o la inhibición de la Federación Española de Fútbol, la Comisión Nacional Anti Violencia o el Ministerio del Interior - a pitar el himno nacional o la presencia del representante de la Jefatura del Estado en el palco del estadio donde se jugaba la final de una competición que, precisamente, se denomina Copa de S.M. el Rey - como se llamó en otros tiempos Copa de España, del Presidente de la República, o del Generalísimo, que también con estos nombres la han jugado y especialmente en el último caso no se escuchó nunca un silbido - y a la que ninguno de los dos clubes contendientes y sus respectivas aficiones le hizo ascos a la hora de disputar las correspondientes eliminatorias y consiguientemente llenar sus respectivos campos y obtener suculentas recaudaciones por la venta de entradas y a pesar de ello el resto de los españoles y yo desde luego seguiremos guardando respeto y consideración a los símbolos con los que ustedes revisten sus dos Autonomías...

Y es curioso como ante acontecimientos como este - que algunos compañeros periodistas en tertulias televisivas o artículos de prensa han calificado como "anécdota" o han justificado al amparo de la libertad de expresión - la Comisión Nacional Anti Violencia, que en su día, por ejemplo, sancionó con dureza a un caballero del fútbol como Frédéric Kanouté - jugador solidario y educado, como pocos - por levantar su camiseta, tras marcar un gol y mostrar otra con una frase de apoyo al pueblo Palestino, ahora se ha limitado a hacer el "don Tancredo", mirando para otro lado e incumpliendo flagrantemente lo que son sus competencias y funciones, tal vez por no alinearse con la deslenguada Presidenta de la Comunidad de Madrid, que al entrometerse en "camisa de once varas" - aunque a ella le asiste la misma libertad de expresión que se le otorga a los demás - añadió una crispación innecesaria a este asunto.

Sea como sea, otro espectáculo lamentable de esta España "diferente" que cada día se muestra mas montaráz, intolerante, crispada y mezquina y en la que privan lo particular sobre lo general, las ideas políticas propias frente a las que los demás puedan defender y en la que en la última década, lamentablemente, por empecinamiento e irresponsabilidad de ciertos políticos se ha resucitado el fantasma del enfrentamiento fratricida, alentado cada día por la incapacidad para lograr el más mínimo consenso en asuntos que lo están demandando - como este del respeto a nuestros símbolos - con urgencia...

Y está claro que cada cual puede protestar si así lo quiere y como mejor considere, pero a pesar de ello yo seguiré mostrando respeto y consideración a los símbolos que identifican a catalanes y vascos, lo mismo que lo hago con los de mi País.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Don Andrés: ¿Los símbolos catalanes y vascos no son acaso de todos nosotros? ¿No son de NUESTRO PAÍS?
Qui lo sá.

Andrés L. Cañadas dijo...

Especialmente son de ellos, es decir, de sus respectivas autonomías. Los míos son los de la autonomía andaluza y desde luego, por encima de todos ellos, los de España.