La anunciada solicitud, por parte de JECOMUSA, del Concurso de acreedores para Onda Jerez Radio y TV y el órdago efectuado por la alcaldesa de la ciudad de que a dicha medida seguirá un ERE, dada la situación real de dicha empresa municipal incursa en causa de disolución, con unas crecientes pérdidas que han tenido que ser asumidas, hasta la fecha, por parte del Ayuntamiento, naturalmente ha creado en la ciudad una dura controversia en la que, junto a los propios trabajadores del ente local, toman parte la Asociación de la Prensa jerezana - que ha mostrado su preocupación por la posible pérdida de puestos de trabajo - los sindicatos, que como siempre están a la que salta, cuando ya ha saltado y hasta el residual movimiento de los autodenominados indignados, que desde luego parece que tienen poco que ver con los planteamientos y principios de quienes, en el pasado mayo, alzaron su voz con toda la razón contra la situación de nuestro país...
Y es normal que así suceda, cuando alrededor de la mitad de la plantilla de Onda Jerez - se habla de ochenta y tantos trabajadores - podrían verse afectados por dichas medidas, especialmente por el referido expediente de regulación de empleo a lo que vendrían a unirse también los de los periódicos Información Jerez e Información Bahía, del grupo Publicaciones del Sur, que acaba de hacer publica su decisión de proceder al cierre de ambas cabeceras el próximo día 1 de octubre, lo cual supone más pérdidas de puestos de trabajo en el sector.
Mal están las cosas por tanto por estas latitudes en el mundo de la comunicación, en el que ya con anterioridad hubo que asumir el ERTE de los trabajadores de COPE, la liquidación de la casi totalidad de la plantilla de la extinta Localia, reconvertida a mínimos en la actual Una TV y la silenciosa adecuación - valga el sinónimo - del personal del Diario de Jerez, rotativo del grupo Joly en la ciudad...
¿Que está pasando? ¿Acaso mas medios que ciudad? ¿Tal vez sobredimensionamiento de los grupos mediáticos con respecto a las posibilidades publicitarias de nuestro mercado?
Lo cierto es que, finalmente y por desgracia, las consecuencias las terminarán pagando los mismos de siempre, mientras los megalómanos que propiciaron el monstruo se írán de rositas y encima con el atrevimiento de tratar de erigirse en defensores de causas perdidas .
Lamentable, pero cierto...
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