Finalmente parece que quienes intentaron el control de los informativos de Televisión Española, miembros de su Consejo de Administración desde luego, sintieron, además de la presión de todos los colectivos profesionales y de los propios trabajadores del canal público, la vergüenza de su propia ocurrencia y dieron marcha atrás en su proyecto de supervisar el contenido de los espacios de noticias...
¡En buena hora dieron ese paso atrás!.
Y es que de haberse confirmado la intentona habría supuesto uno de los mayores y mas descarados ataques a la libertad de expresión, a la independencia informativa en España, ya comprometida desde luego por numerosas tentativas, agravado en este caso por nacer la iniciativa de quienes se proclaman representantes de la soberanía popular, lo cual desde luego no deja de ser, además de pintoresco, triste y lamentable.
Pero por lo visto y lo actuado, para eso sirven esos bien retribuídos Consejos, integrados exclusivamente por políticos representantes de todas las formaciones, esos Consejos Audiovisuales, resultado igualmente de las cuotas parlamentarias, tan preocupados ellos de denunciar cuanto afecta a la oposición, según los casos, y de divinizar las bondades de quienes gobiernan, que sin sonrojarse siquiera asisten impasibles a la ideologización sectaria de los espacios informativos de todos los llamados Medios públicos, tengan detrás el matiz político que sea, tal vez por aquello de los pingües ingresos que semejante servicio les reporta...
¿Acaso no velarían mucho mejor por esa libertad, por la independencia, representantes legítimos de la sociedad civil ajenos a postulados políticos?.¿Se perdería algo por probar la fórmula?
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