Nada tiene que ver lo de la crisis, ya que es problema repetido curso tras curso, desde no se sabe ya cuanto tiempo y cuyos perjudicados directamente son, sin duda, los niños y sus respectivas familias pues encontrarse aulas sin mobiliario, instalaciones provisionales como las llamadas caracolas, clases en las que el aire acondicionado brilla por su ausencia, en esta Andalucía nuestra de los mas de treinta grados a la sombra cuando el curso se inicia, ausencia de profesores por vacantes u otras causas previsibles que nadie supo intuir o atajar con la anticipación necesaria, son pruebas de un sistema deficiente, ineficaz y que como las notas que a los alumnos se adjudican, todavía debe progresar...(y mucho).
Y así, un año y otro, convirtiéndose el comienzo de la vuelta a las aulas de los mas pequeños y de los demás también - que en todas partes cuecen habas - en la noticia recurrente y lamentable que ya parece no extrañar a nadie pero que habla y no bien por cierto de una administración educativa en la que desde la cúspide de la Consejería a la base de las direcciones de bastantes de los propios centros, pasando por delegaciones de la referida Consejería, responsables municipales de la materia, asociaciones de padres de alumnos - que gritan frecuentemente cuando ya el problema se ha suscitado y no con la antelación que se debiera - es mucho lo que falla y a lo que no se acaba de poner remedio.
Por eso, un año mas y aunque las calificaciones se otorgan al finalizar los trimestres escolares y especialmente al terminar cada curso, pongamos hoy a todos quienes permiten tan deplorable estado de cosas, en el ámbito de nuestro sistema educativo, la calificación a la que se han hecho acreedores: INSUFICIENTE.
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