martes, septiembre 06, 2011

Las paredes hablan...

En el itinerario que habitualmente sigo para ir a cumplir con mis obligaciones, existe desde hace días una expresiva pintada contra los Medios de Comunicación que dice, cito textualmente: "mientras los medios callen, hablan las paredes", con lo cual creo que ya está dicho todo según el pensamiento del redactor de semejante texto.

También, según revela la web cofrademanía, cerca de la Catedral alguien ha emborronado la pared con la cita "- papa + choco...", que tampoco parece precisar de mayor aclaración y que, aquí en Jerez, se sitúa en la línea de los autoproclamados indignados, con motivo de la visita a la capital de España del Sumo Pontífice con ocasión de la JMJ...

Por otra parte, basta recorrer cualquier rincón de la ciudad para comprobar como los pintores aficionados, los escritores ocasionales, dando suelta a su imaginación tienen a nuestro pueblo hecho unos zorros con su costumbre de poner sobre la cal todo aquello que se les ocurre, tal y como ha sucedido en la entrada del Parque González Hontoria en cuanto el Ayuntamiento ha anunciado su decisión de cerrarlo por las noches, para evitar todo sea dicho, el vandalismo al que este recinto público - como otros muchos equipamientos de Jerez - se ve sometido de forma habitual.

Y ante esta situación, ante tal agresión al ornato y decoro de nuestra ciudad, por el que tradicionalmente los propios jerezanos han velado, a uno se le viene a la mente aquella frase - grosera desde luego, pero sin duda esclarecedora - para dedicársela a nuestros pintores de brocha gorda, o de spray que es como lo mismo y que es la que les viene al pelo: "si tus manos son pinturas y tus dedos son pinceles, píntale el c... a tu padre y no pintes las paredes", hijo mío...

¿O acaso ustedes no tienen  ganas de decirles lo mismo, cuando contemplan el lamentable estado de la ciudad?

Aunque tampoco estaría mal, como escarmiento, que la Policía Local - que para algo esta, digo yo - denunciara a algunos de estos sujetos para que la justicia les obligara a reparar el daño producido. Y es que una sentencia aquí como las que suele dictar el Juez Emilio Calatayud, no vendría nada mal, pero que nada mal...

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