Zanjas, baches y socav(br)ones.

Llevamos una temporadita en Jerez que no ganamos los conductores para sustos, con el lamentable estado del pavimento y aunque es justo reconocer que muchos de los desperfectos son consecuencia directa de los pasados temporales, que como nunca nos han azotado este año, lo cierto es que la ciudad, en no pocos lugares y a pesar de ciertas actuaciones de la llamada marea negra presenta un aspecto poco decoroso...

Claro está que a ello contribuye también, de forma muy negativa, la actuación de ciertas empresas que van cortando, taladrando y oradando calles y plazas, para meter conducciones de gas, teléfono, electricidad, fibra optica y otros servicios, que no siempre lo hacen con la debida diligencia y que en muchos casos - como ocurre desde hace ya muchos días en la céntrica calle Santo Domingo - no siempre se acuerdan de tapar los agujeros que hacen en el pavimento y de asfaltarlos inmediatamente, para que los amortiguadores de vehículos no terminen pagando las consecuencias de su negligente trabajo.

Pero además, por el continuado paso de vehículos y especialmente en las zonas por donde suelen transitar los llamados vehículos pesados - autobuses, camiones, etc. - es habitual que surjan hundimientos de la calzada, tal como ahora mismo ocurre en la cuesta de José Luís Díez, a la altura del Centro de Salud allí existente o en la calle Cerrón, en la misma esquina de Correos, donde como usted se despiste termina pegando un bote con su automóvil...

Y si hablamos del pavimento, por llamerle de alguna manera, de la calle Molineros...

Pero para que seguir, si la relación podría resultar interminable.

Aquí queda la denuncia y nuestra impresión de que la solución no está en llamar a lo que antes fué "Vías y Obras" por el sonoro nombre de "Infraestructuras" sino en pasar revisión cotidiana del estado de la Ciudad y, sobre todo, acometer con prontitud los trabajos necesarios para que la ciudad sea aceptablemente transitable. ¿O no?