Hoy, festividad de San Joaquín y Santa Ana, se celebra el "Día de los Abuelos" y aún a riesgo de que alguien pudiera pensar - y no se equivocaría mucho, desde luego - que trato de arrimar el ascua a mi sardina, lo cierto es que me ha parecido de justicia dedicar este comentario, precisamente en esta fecha, para resaltar la insustituible tarea que en nuestra sociedad llevan a cabo los Abuelos, con respecto al entorno de sus propias familias y como referente de dedicación a nuestros niños que tiene en ellos un espejo en el que mirarse...
Y es que por la actual configuración de nuestra sociedad, consumista y despreocupada, en la que ambos conyuges tienen, la mayoría de los casos, que salir del hogar para trabajar, en la que cada vez es mayor el número de personas, ya jubiladas, que física y mentalmente se encuentran en plenitud, en la que vacaciones, horarios escolares y otros factores dejan muchas horas a nuestros pequeños solos en sus hogares, si infinidad de matrimonios no pudieran contar con ese apoyo de los Abuelos, realmente se estaría creando un grave problema de difícil solución.
Pero, además, los Abuelos son la voz de la experiencia transmitida con ternura a esas mentes que comienzan a abrirse a la vida y que de ellos reciben todo el legado de generaciones, sin el que ninguna sociedad podría desarrollarse armónicamente. Y son la compañía, y el relato de viejas historias, y hasta los juegos que a veces a ellos - me refiero precisamente a los Abuelos - suele costarles mas de una dolorosa lumbalgia...
Por todo ello, merecían este comentario y el recuerdo entrañable en la jornada en que celebramos el día que la Asociación "Edad Dorada" - una de las secciones de la ONG "Mensajeros de la Paz" que se ocupa de la mejora de la calidad de vida de nuestros mayores -les dedica desde luego con toda justicia.
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