"La Madrugada", "la Noche luminosa", "Madrugada del Viernes Santo", "la Noche grande", "la madrugá", y desde luego para los jerezanos, "la Noche de Jesús", que es como aquí, la devoción popular del pueblo ha denominado históricamente la madrugada que separa el Jueves del Viernes Santo, en la conmemoración de la Pasión y Muerte de Jesús, dando así nombre a esas horas intensas en las que la Imágen de Jesús Nazareno recorre la distancia de hay desde la Alameda Cristina a la Catedral y regreso, en su multitudinaria estación de penitencia...
Y es que como con la poesía que dijera Manuel Machado - "Hasta que el pueblo las canta/ las coplas, coplas no son / y cuando las canta el pueblo / ya nadie sabe el autor" - en la Semana Santa de Jerez, precisamente por decisión del pueblo la Madrugada toma el nombre de Jesús Nazareno, esa venerada imágen a la que durante siglos - cuando eso no se llevaba - han acompañado las mujeres jerezanas, luchando contra la incomprensión, el menosprecio y la burla de no pocos, por nuestras calles y plazas, llenando de fervor y de una piedad sin duda singular lo que aquí todos conocemos como "La noche de Jesús".
Y junto a esa denominación, todo un conjunto de sensaciones, de sentimientos, de plegarias, entre el Silencio del Santo Crucifijo y la Buena Muerte, desde el Silencio blanco del Señor de la Vía Crucis y el verde jardín derramado, en la verde Madrugada - que dijera Paco Montero Galvache en su primer Pregón - de la Esperanza de la Yedra, para componer una de las escenas más hermosas y características de la Semana Santa jerezana que a tantos conmueve, que a tantos gusta, a pesar de que algunos opinen de forma distinta...
Pero "Así es, si así os parece", que dijera Luigi Pirandello.
2 comentarios:
Usted lo verá de otra manera, pero el reloj tiene una hora de atraso en relación al nuevo horario. Seguro.
En mi segunda comprobación ratifico que el reloj está en hora. No me explico lo que ocurre.
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