sábado, abril 24, 2010

Abuelos injustamente perjudicados por los divorcios.

Recorriendo los canales de televisión, a la busqueda de noticias - ¡vaya tormento, este de la telebasura de las televisiones españolas! - y tras sortear varias tertulias barriobajeras me encuentro con un espacio informativo, de esos que habitualmente se alinean con la tésis socio-comunista de todos contra el pp, amén de zurrar la badana a la Iglesia Católica y vendernos las bondades del Gobierno en el que se habla de la posible creación de una plataforma de Abuelos para solicitar una reforma de las leyes que, en caso de divorcio, garantice la tutela compartida de los hijos habidos en la pareja, posibilitando con ello que los Yayos pueden seguir viendo y disfrutando de sus nietos...
La referida información, debidamente ilustrada con imágenes la verdad sea dicha que me llegó a conmocionar, al contemplar como Abuelas y Abuelos, con lágrimas en los ojos, se lamentaban, con más razón que un santo, de que la separación del matrimonio de su hija o de su hijo les había privado de poder, incluso, seguir viendo a sus nietos, después de años dedicados a ellos, con amor y paciencia, supliendo en muchos casos a los propios padres y como, repentinamente, se les arrebataba la ilusión de sus vidas.
La verdad es que, en esta sociedad española de hoy día la figura de los Abuelos - que conste que yo lo soy - está desempeñando un papel relevante, hasta ahora no debidamente reconocido, en casi todas las familias, al hacer posible que ambos padres trabajen, encargándose de llevar a los pequeños al Colegio o de recogerles, convirtiendo sus propios hogares en guarderías donde juegan y se educan y comen y duermen, todo ello desde una hermosa ternura que, sin duda, se grabará en el corazón de los niños y se perpetuará a lo largo de su existencia...
Y eso, sin pedir nada a cambio, con absoluta generosidad, con la mejor predisposición.
Por eso, cuando un matrimonio se rompe por cualquier motivo, no es justo que las consecuencias las terminen pagando los padres de ambos conyuges que, repito, en no pocos casos son triste e injustamente perjudicados por el divorcio, por lo que efectivamente algo se debería hacer para que, en el futuro, la legislación impida semejante atropello hacia aquellos que son los que menos culpa tienen y los que posiblemente más han dado, sin pedir nada a cambio...
Bueno, sí, el amor y la sonrisa de sus nietos.

No hay comentarios: