La propuesta de la presidencia eslovena de la Unión Europea, que desde luego ha contado con la oposición de varios paises entre los que se encuentra España, de ampliar la semana laboral por encima de las cuarenta y ocho horas, no deja de ser una ocurrencia más de los pensadores que, en el conjunto de los ventisiete paises que la conforman, nos han salido a los europeos y que se equipara con otras muchas medidas en el campo de la industria, las comunicaciones sociales, la agricultura y la ganadería o, descendiendo a temas muy concretos, en las diversas OCM que quieren regular lo divino y lo humano del vino, el azucar, el lino y que se yo cuantas cosas más...
Ya se sabe y lo dice bien claro el dicho popular y sabio, "si quieres conocer a Juanillo, dale un carguillo" y en esto de la Europa unida, con la aportación de un conjunto de paises que se amplía hasta el infinito, y a pesar de que ya voces autorizadas lo predijeron al constituirse la misma y lo han reiterado frecuentemente después, se está formando una casta funcionarial, que se complementa con las pintorescas aportaciones de muchos políticos, por aquello de pasar a la historia, que manda y decide, ante la pasividad lejana del ciudadano que solo puede intentar protestar cuando ya tiene encima las consecuencias de las llamadas directivas Comunitarias.
No decimos lo anterior por el hecho, triste y decimonónico de tratar de cambiar 48 horas de trabajo a la semana por sesenta o sesenta y cinco, como en el caso contemplado para los médicos, ni siquiera por suponer esta propuesta un claro atentado a la conquista que, en favor de la clase trabajadora, ratificara la Organización Internacional del Trabajo nada más y nada menos que hace más de noventa años - que ya está bien - sino por lo que supone de menosprecio de una legítima aspiración de cuantos tienen que ganarse el pan con el sudor de su frente, es decir, currando, por parte de unas sesudas mentes instaladas en la mullidas alfombras de los despachos, bastante alejadas desde luego de la cruda realidad de nuestras vidas cotidianas.
Y no es siquiera disculpa que tal medida se trate de contraponer a la penuria de las arcas que garantizan - por ahora - el abono de las Pensiones o prestaciones similares a quienes, tras una larga vida laboral, tienen perfecto derecho a disfrutar de esta cobertura por parte de sus respectivos Estados, o ante la disminución de la tasa de natalidad - fomentada precisamente por estas lumbreras que ahora nos mandan trabajar doce o diecisiete horas más a la semana -, o ante la cada vez menor edad de la jubilación laboral... ya que nada de esto es nuevo y por supuesto se han podido prever con antelación sus consecuencias para compensarlas con medidas eficaces que las paliaran...
Queda la esperanza del paso de la propuesta Eslovena por el Parlamento Europeo, pero ya se sabe y como bien apunta el proverbio popular: "Reunión de Rabadanes..."
3 comentarios:
¡Mú buenas miarma!
Aquí vengo a ver tu bló en una escapaíta que me pegao de la tasca...
¡De categoría!
¡Un saludasso!
P.D: Y si se le apetece tiene usté una servessita pagá en mi taberna.
Gracias "moe de triana" por entrar en el Blog y por su opinión sobre el mismo. Espero que se repita y que la oferta de la "servessita" continue cuando pueda pasar por su taberna.
Te pongo un enlace pa mi bló miarma, pa asomarme más a menudo...Y hablando de menudo, hoy tengo el mejor menudo que hay de tol puente pacá...
¡Un saludasso!
Publicar un comentario