Utilizando el término, nada afortunado desde luego, de otra diputada socialista al Congreso, esposa por cierto de quién fuera un excelente Presidente del Gobierno; doña Carmen Romero, por más señas, tras la primera comparecencia de la nueva Ministra de Igualdad, parece que la mejor manera de definir a Bibiana Aido, titular del nuevo Departamento, es la de llamarla de tal guisa para equipararnos a su torticera forma de tratar la gramática española ante sus "Señoríos diputados" y sus "Señorías diputadas", ella que forma parte del Consejo de Ministros y Ministras, según la nueva denominación del Ejecutivo aplicada sin el menor pudor...
Y es que ni la militancia de izquierdas - tampoco de derechas -, ni el feminismo militante, ni la llamada pertenencia activa a la progresía, ni siquiera tener la capacidad de enviar leyes al BOE, previo acuerdo del - utilizo definición de la señorita Aido - "Consejo de Ministros y de Ministras", concede patente de corzo para pisotear unas normas elementales, dictadas hace ya tiempo por Luís Miranda Podadera - ¿ acaso no lo tuvo usted como libro de texto en sus estudios elementales? - o perfeccionadas por el Profesor Martín Alonso en un célebre tratado sobre nuestra universal lengua que, como muy bien ha dicho el que fuera Vicepresidente del primer Gobierno Socialista de la actual Democracia, Alfonso Guerra; que por cierto se podría haber mostrado igual de contundente con la señora Romero, en su momento; "la Real Academia de la Lengua no cambia nada, se limita a recoger en su recopilación de vocabulario lo que habla la gente".
Dice un antiguo refrán "zapatero - no hablamos del Presidente, por supuesto - a tus zapatos" y eso es lo que debería hacer la "jóvena" Ministra de Igualdad, es decir, ocuparse de tantas desigualdades como aún existen en España, en todos los órdenes, no solo las que afectan a la mujer y dejar la Gramática en paz, que bastante daño le acaba de hacer a un vehículo de comunicación y cultura - esa es la Lengua - que hablan alrededor de cuatrocientos millones de personas de todos los rincones del Planeta, incluídas las inexistentes "miembras" de la señora Ministra, a la que por cierto me referí tras su nombramiento alabando el acceso de la juventud a tareas tan importantes, siempre que la corta edad se compense con un mínimo aporte de sensatez...
2 comentarios:
No vea esta mujé la que nos está dando miarma, al finá vamo a tené que acordarno de sus muertos... y de sus muertas (con perdón).
La mayoría de las mujeres no echan cuenta de estas tonterias, la igualdad es otra cosa como bien dices, así que mejor será que esta señorita deje de darle pataítas al diccionario, y que le de una patá en la boca a aquellos que de verdá se lo merecen, esos que, por ejemplo, impiden con contratos basura la igualdad entre hombres y mujeres.
¡Un saludasso!
Por ejemplo, como bien apuntas, a eso tan necesario debería dedicar parte de su tiempo ministerial.
Un saludo.
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