Los incendios, otra vez.

Se acerca el verano - ya lo tenemos a la vuelta de la esquina - y un año más se inicia la temporada de incendios, de tan terribles consecuencias a veces y que siempre, lamentablemente, dejan secuelas negativas para todos nosotros con árboles calcinados, zonas verdes destruidas para un largo período de tiempo, amén del esfuerzo y el gasto que demandan de aquellos que tienen la misión de evitarlos, controlarlos y sofocarlos y de las arcas públicas, que se nutren de nuestros propios bolsillos...

Un verano más y nuevamente el fuego se hace presente en la vida de Andalucía, en este caso en la zona de Tarifa, con la añadida preocupación de que al parecer quienes lo han podido provocar - eso al menos es lo que afirman algunas informaciones - son precisamente personas que trabajan para la Junta de Andalucía en la tarea de recuperación del monte y su regeneración, lo cual no deja de ser además de sorprendente, curioso y alguien deberá aclarar cuanto antes las causas y el motivo por el cual este fuego se ha originado.

Naturalmente, cabe esperar que se trate de un hecho aislado y que el verano que ahora afrontamos se caracterice por la ausencia de incidentes semejantes, en beneficio de la naturaleza que nos rodea y de quienes la podemos disfrutar, tarea en la que todos - sin excepción - tenemos que implicarnos, hacernos responsables y colaborar, cumpliendo las normas bien elementales por cierto que nos ayudan a preservar el medio ambiente impidiendo que el fuego acabe con la vida de los bosques o zonas arboladas que se han generado a lo largo de muchos años..., que a veces se cuentan por centenares.

Por supuesto que en este problema, como en tantos otros, existen intereses poco claros en los que se sustenta; afanes de lucro, recalificación de determinadas zonas, sustitución de arboledas por terrenos habilitados para otro tipo de cultivos y un largo etcétera en el que, afortunadamente, cada vez más se está notando la actuación de las fuerzas de Seguridad del Estado para reprimir semejantes conductas antisociales, pero de nada valdría aquella sin la decidida colaboración del conjunto de los ciudadanos en la prevención de los incendios forestales, desgraciadamente tan frecuentes como veraniegos...

En fín, esperemos que este de Tarifa sea tan solo un triste e inoportuno aviso, que sirva para la concienciación ciudadana...