Naturalmente y así lo hemos manifestado en más de una ocasión y así lo mantendremos siempre, cada cual es muy libre de pensar como desee y desde luego de manifestarlo en alta voz, allí donde le plazca, siempre y cuando no atente contra el buen gusto o las más elementales normas de la cortesía.
Pero de eso a lo que está ocurriendo con algunos y señalados artistas españoles en cada una de las convocatorias en las que se congregan, normalmente en torno a unos premios, media todo un abismo que ya está llegando a cansar al personal, pues muy bien está - como anteriormente se ha dicho - que se manifieste lo que uno piensa sobre cualquier asunto pero no lo está tanto el utilizar escenario, focos y cámaras amigas para lanzar, vengan o no vengan a cuento, determinadas soflamas, siempre en una dirección y matiz político concreto.
Ocurrió con el vertido del buque "Prestige" y por supuesto con la absurda guerra "Bushoniana" - permitan la expresión - de Irak y vuelve ahora a suceder con el frontal ataque a los Obispos españoles, tras la nota de la Conferencia Episcopal sobre determinados aspectos que deben tener en cuenta los católicos, de cara a las elecciones.
Claro que no escuchamos lo mismo a estos Cómicos cuando el "Epson Valdes" contaminó gravemente las costas de Alaska, ni en el caso de los exterminios étnicos de la antigua Yugoeslavia, ni en oposición al régimen de la antigua URSS, ni en innumerables casos y situaciones similares, tan serios e importantes como pudiera ser el pronunciamiento de los Prelados españoles, para que nuestros ilustres artistas cinematográficos y teatrales - tambien los premios Max han servido para mitin semejante - se hubieran manifestado con el mismo entusiasmo.
Pero así están las cosas y así la crispación de una sociedad que no acaba de encontrar el sosiego necesario para entablar el diálogo que muchos asuntos requieren - Justicia, Enseñanza,Antiterrorismo, etc...- y que cada día se sobresalta con los ataques de la derecha contra la izquierda y de esta contra aquella, como lamentablemente ha ocurrido, muy recientemente, en un acto de homenaje al asesinado Concejal del Ayuntamiento de Sevilla Alberto Jiménez Becerril y su esposa, en el que una mujer, fuera de sí, increpó al Alcalde hispalense cuando este recordaba la figura del edil víctima de ETA.
Pero de ello, nos ocuparemos mañana.
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