Encuestas...

No es poco lo que se juegan los organismos y empresas encargadas de llevar  a cabo, periódicamente, los sondeos sobre la intención de voto de los españoles así como la valoración de los líderes de las diferentes fuerzas políticas, tarea en la que desde que fuera aprobada nuestra actual Constitución y por tanto España adoptara la Democracia parlamentaria como sistema político estos augures han dado notables patinazos, tanto en lo que se refiere a los resultados electorales que anticipaban como en el respaldo de los ciudadanos a personajes que después han tenido un discreto protagonismo si acaso...

Pero como de algo hay que vivir, dicho sea esto con el mayor respeto a los sociólogos, seguimos encuesta va y sondeo viene realizados por los organismos especializados de la administración, tanto nacional como autonómica, y desde luego por encargo de casi todos los periódicos que con ello aprovechan para vender sus ediciones, con gran alarde tipográfico durante varios días, contándonos en letra impresa que es lo que pensamos la mayoría, aunque después la realidad se parezca bien poco a lo que nos dicen.

Por eso, ahora uno pone en cuarentena la insistencia de todas las encuestas que reiteradamente nos están indicando lo que haremos los españoles - incluidos los catalanes y los vascos, que siempre han ido por su lado - en las elecciones municipales y autonómicas del año próximo y es mas, lo que hemos ya por lo visto decidido con respeto a las elecciones generales que se llevarán a cabo a finales de 2015 e incluso en el año siguiente según se ha especulado ya en algunos medios informativos lo cual no cabe duda que es mucho suponer...

Y es que salvo que detrás de todos estos sondeos haya alguna intención no confesable de inclinar la balanza hacia alguna fuerza política concreta o en defensa de otros intereses, no se comprende tanta obstinación en resaltar determinados avances políticos o la figura de algunas personas a las que por el momento solo se conocen no por el resultado de su gestión sino por su habilidad para ofrecer recetas de incierto futuro. 

¿O caso no es así?