jueves, octubre 30, 2014

¿Tan imposible es que los Partidos pacten?

Naturalmente todos están en su derecho de rechazar alianzas, pactos, consensos o compromisos con fuerzas políticas de signo distinto y mucho mas si el ambiente es el que España ofrece actualmente y que se prolonga ya demasiado tiempo, aburriendo a todos con su reiteración y provocando en la opinión pública la triste sensación de que esto mientras esté en manos de los actuales protagonistas no tiene solución, aunque ello no quiera decir - novedad a la que ahora muchos se apuntan - que las ofertas nacidas de los movimientos asamblearios vayan a ser finalmente la solución pues aquí no estamos para salvapatrias como los que últimamente han florecido allende los mares...

Pero yendo a lo que nos ocupa triste y descorazonador resulta la incapacidad de muchos de nuestros dirigentes políticos para dejar a un lado intereses partidistas y reflexionar sobre la necesidad y la conveniencia de alcanzar acuerdos con partidos de diferente ideología, siempre que prime para ello el interés general de los ciudadanos y desde luego el de España, por encima de todo, que en bastantes asuntos está demandando con claridad y urgencia que se produzcan dichas alianzas.

Una simple enumeración de lo que preocupa y con razón a los españoles en este momento: Cataluña, la insoportable y cada vez mas conocida corrupción y la necesidad de luchar sin demora y con absoluto rigor contra ella o el paro, esa tremenda lacra a la que no se acaba de ver un posible final por mucho que se amplíe el plazo, serían motivos mas que suficientes para que las dos grandes fuerzas políticas que han sustentado la democracia en España, desde que esta fuera recuperada, a las que bien podrían unirse algunas otras, se decidan de una vez por todas a dejar a un lado sus enfrentamientos y agravios, a olvidarse de echar en cara al otro lo que teniendo en sus propias filas solo le atribuyen al adversario, y tengan el sentido común que este momento histórico les demanda...

¿Será posible?

Esperemos que así sea por el bien del país.

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