Los datos de la encuesta sobre patriotismo hechos públicos el pasado mes de septiembre por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) de los cuales se deduce que ni siquiera dos de cada diez españoles estarían dispuestos a luchar para defender España y en los que solo un 2,9 de los navarros, un 10,2 de los vascos y un 22,2 de los catalanes afirman ser solo españoles ha venido a poner ante nuestros ojos la triste realidad del desapego que con respecto a la Patria común existe actualmente y que debiera ser, como poco, serio motivo de preocupación para todos y mucho mas ante la celebración precisamente mañana de la llamada Fiesta Nacional...
Posiblemente esta lamentable realidad viene derivada de varios factores como la magnificación del sentimiento autonómico, el incremento de la actividad llamada por muchos soberanista tras la que se articula un evidente deseo, por parte de algunos, de romper los lazos de su territorio con España, la confusión del concepto de Nación o de Patria - del que sin duda se abusó hasta la saciedad en esa etapa de nuestra historia - con la Dictadura de Franco, asunto este atizado hasta el aburrimiento por quienes se empeñan en que la guerra civil siga viva o la torpeza política a la hora de configurar el llamado Estado de las Autonomías, alentado mas recientemente con los nuevos Estatutos que fueron sin duda un gran error histórico por no citar la cesión de las competencias de Educación a las regiones.
Lo cierto es que la referida Encuesta es, para el futuro de España, demoledora y bien harían quienes tienen responsabilidades de gobierno en plantearse una regeneración a fondo de este asunto antes de que acabemos destrozando lo que tantos siglos de historia común, tantos esfuerzos, tantos sacrificios, ha costado construir en beneficio de todos; tanto de los que nos sentimos orgullosos de ser españoles como también de aquellos otros - los datos están ahí - a los que maldita la gracia que les hace pertenecer a esta realidad nacional...
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