Fácil no era. Nada fácil, desde luego, lograr ese anhelado puesto no permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU para el período 2015 - 2016 pero finalmente, tras las votaciones llevadas a cabo en la jornada de hoy, España ha logrado su objetivo, tras la eficaz actividad desplegada para ello por el Ministerio de Asuntos Exteriores y especialmente por su titular García Margallo que ha logrado este importante triunfo diplomático para nuestro país, tras las cuatro ocasiones anteriores en que nos sentamos también en la mesa del Consejo de Seguridad en la que tantos asuntos trascendentales se debaten...
Posiblemente esta noticia no tenga una notable repercusión en el conjunto de la sociedad española ocupada y preocupada por temas mas terrenales como el contagio del Ébola, las tarjetas opacas de Caja Madrid-Bankia, o el sainete que con la independencia de Cataluña ha montado ese remedo de estadista que es el actual Presidente del gobierno autonómico señor Mas cuya última ocurrencia roza por supuesto el esperpento, pero sin duda alguna para España, para su prestigio como país, para nuestra imagen exterior el éxito de hoy tiene una gran importancia y nos devuelve a otras épocas mas plácidas que la que ahora vivimos.
España siempre ha destacado en el concierto de las Naciones Unidas sin tener que recurrir a generosas contribuciones como en la etapa del anterior gobierno socialista de Zapatero, para colocar a alguna ex ministra en el Departamento de la mujer del organismo internacional o para la tan manoseada Alianza de Civilizaciones pero lo cierto es que también dichas inversiones habrán tenido su influencia para que ahora podamos volver a sentarnos en el referido Consejo de Seguridad, digo yo...
Sea como sea, triunfo claro de la diplomacia española por el que debemos felicitarnos todos, incluso los que siguen clamando que "España nos roba..."
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