El paro es sin duda la principal lacra que actualmente padece la sociedad jerezana y aunque mal generalizado, por desgracia, en toda España, ello no aminora la seriedad de la situación y deja sin explicación lógica la exigua participación en nuestra ciudad en la reciente manifestación, convocada por los Sindicatos y otras organizaciones próximas, contra el paro en una población que por el número de habitantes está considerada la quinta de Andalucía.
¿Acaso resignación ante un mal que parece endémico y que en lugar de disminuir se incrementa en cada estimación de la denominda Encuesta de Población Activa? ¿ Acaso hastío provocado por la persistencia de un problema que ya afecta aquí a casi treinta y dos mil quinientas personas, que en Andalucía eleva la cifra de parados a cerca de un millón y en toda España a casi cuatro millones y medio...?
Y es que ante estos triste y lamentables números, que superan claramente lo soportable por toda sociedad que se precie y que en la última legislatura se han incrementado en mas de tres millones de desempleados uno no encuentra otras razones para explicar ese desinterés por participar en la referida manifestación, salvo que la misma radique - que por ahí parecen ir los tiros - en el descrédito que acumulan unas centrales sindicales subvencionadas y por tanto subordinadas al poder político y cuyo único objetivo parece encontrarse en mantener la cobertura de sus liberados.
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