jueves, diciembre 08, 2011

¿Los "puentes" culpables de la crisis?

Dentro de la inveterada costumbre de la CEOE de achacar todos los males del mundo a la escasa productividad de los trabajadores, que dicho sea de paso deberíamos incrementar de forma efectiva en España, ahora le ha tocado, otra vez - ya que este asunto es recurrente - a los llamados puentes; esos días que de tarde en tarde se intercalan entre dos jornadas festivas y que por lo visto, según nuestros máximos representantes empresariales deben ser algo así como la madre del cordero de todos nuestros males económicos y laborales.

Curiosamente, cuando en la Comunidad o la ciudad de Madrid se intercalan fiestas - San Isidro o la Almudena, por ejemplo - de este asunto, en los medios escritos, hablados y audiovisuales tanto de ámbito nacional como los propios locales de dicha ciudad y no digamos en los papanatas autonómicos que se dicen los nuestros, ni "mú", es más, todo es invitación a que el habitante del foro tome las de villadiego y hasta se organizan por parte de Tráfico las necesarias "operaciones" de salida y retorno, velando por la seguridad de tanto viajero...

En ese caso, como cuando algo similar acaece en Cataluña o en la Ciudad Condal, ni una palabra de acabar con los puentes que tanto parecen preocupar a la CEOE que tan bien sabe mirar para otro lado cuando se trata de racionalizar jornada laboral, horarios laborales, salarios, derechos de los trabajadores y solidez empresarial para que los asalariados no se queden materialmente tirados por los cierres de las fábricas, los expedientes de regulación o las quiebras, por desgracia tan frecuentes en nuestro país en los últimos tiempos y de los que curiosamente un presidente de dicha Organización ha sido todo un referente sin que se escuchara una palabra de la cúpula directiva de los empresarios.

Y no es que uno se oponga a que se revise en serio el calendario laboral español, sin olvidar desde luego ciertas peculiaridades enraizadas en la tradición nacional, ni que estime inconveniente el traslado de ciertas fiestas a viernes o lunes, pero todo ello en su justa medida y sin caer - como ahora graciosamente se ha apuntado - en llevar por ejemplo el jueves santo a principio o fin de semana. ¿Y por que no, también los domingos, que con esta propuesta ahora formarían un bloque improductivo al unirse a viernes, sábados y lunes?

¿Eso si y la fiesta entre fiestas no?

Además, teniendo muy presente el conjunto de la industria turística que es sin duda una de las mayores fuentes de riqueza de nuestro país, ¿eso de acabar con los puentes no causaría mayor daño que beneficio?

Habría que estudiarlo...

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