Dolor y verguenza.

A partes iguales son las sensaciones que experimenté en la noche del pasado miércoles al contemplar, a través de la televisión, los instantes iniciales de la retransmisión del partido de la final de la Copa de S.M. el Rey disputado por el Atlético de Bilbao - "Atletiiii..." y el Barcelona - "Barsaaa..." y que acabó con la clara victoria del equipo catalán como casi cabía esperar dado el magnífico juego que está realizando en la actual temporada...

Y digo que sentí dolor y mucha verguenza al escuchar - no en Televisión española, que lo hurtó cobarde y miserablemente a todos sus espectadores - sino por la radio, que entre otras cosas para eso está - la estruendosa pitada que vascos y catalanes, al menos en su mayoría, presentes en el estadio de Mestalla, en Valencia, dedicaron a la presencia de los Reyes en el palco del citado recinto y de manera concreta durante la interpretación del himno nacional. Dolor, ya digo, mucho dolor al comprobar como se rompe estupidamente España en un llamado estado de las autonomías que precipitada y poco meditadamente se articulo en la transición política, sentando las bases de lo que después ha venido ocurriendo, en el que determinados territorios españoles perecen tener tan solo como objetivo prioritario la autodeterminación, naturalmente sin contar con la opinión del resto de los españoles...

Y verguenza, mucha verguenza, puesto que si no sabemos siquiera respetar nuestros símbolos, los que sanciona y reconoce nuestra Constitución - que hay que recordar aprobó mayoritariamente el conjunto de los ciudadanos españoles, vascos y catalanes entre ellos - ni a la persona del Jefe del Estado, ¿que futuro nos aguarda como país?

Además, puestos así, ¿para que quieren disputar ambos equipos una Copa que se llama del Rey y que se juega en la Liga española? ¿No hubiera sido mejor dejar el camino libre a equipos que tendrían a gala de verdad llevarla a sus vitrinas...?

Doloroso y vergonzoso, sin duda - y eso sin entrar en la manipulación televisiva de que fuimos objeto - y bien que harán los responsables políticos en tomar en serio este asunto y tratar de corregir la peligrosa deriva o muy negro se presenta el futuro antes aludido...